El neo-puritanismo progre o los moralistas del destape

Como ustedes sabrán, en los tiempos pre-posmodernos, existía una cosa que se llamaba puritanismo. El puritanismo consistía, entre otras cosas, en que si yo —por ejemplo— quería salir a tomar un café con una amiga mía casada, esta no podía tomarlo acompañada solamente por mí, ya que esto podría suponer que la gente pensara que alguno de los dos (o ambos) éramos libertinos, golfos e indecentes. El puritanismo, pues, hacía que las personas muchas veces renunciasen a tener la vida que querían tener por culpa del qué dirán. Algo muy triste, como se puede ver en las películas de Elia Kazan.

Esto del puritanismo me ha venido a la cabeza por un caso real, del que no daremos más indicaciones que los hechos, para no ser indiscretos. El caso es que una señorita progre (llámese María) empieza a salir con un joven de su edad, acordando ambos mantener una «relación abierta» —que es el modo en que los progres dicen que se relacionan, porque al parecer no les gustan las ataduras y todo eso. Al cabo de un tiempo, dicho joven se toma el compromiso de no tener compromiso en su sentido más literal, y se beneficia a otra señorita que andaba por ahí. Lo cual enfada y disgusta enormemente a María, de modo que decide romper su relación de compromiso descomprometido con su hasta entonces novio.

Una amiga de María (que es, como nos gusta en este blog, persona de pensamiento esquemático y poco dado a las vaguedades posmodernas) le pregunta a María el porqué de su enfado ante el canivete de su novio, puesto que ella misma decía que la relación que tenía con él era una «relación abierta». La respuesta que da María es que, al parecer, «una cosa es tener una relación abierta y otra diferente es herir a la gente». Enigmática explicación que tal vez sea difícil de entender, pero que sin duda María da como si fuera algo obvio.

Y este caso concreto me lleva, efectivamente, de vuelta al puritanismo. Y a lo que decía un buen amigo mío, que resumía el estado de la cuestión con dos frases magistrales:

— La primera: «la peña se engaña mogollón».

— La segunda: «cuánto daño ha hecho la progresía».

El neo-puritanismo progre es la exacta inversión del puritanismo de antaño, en lo cual demuestra su naturaleza patológica. Si el puritanismo de antaño obligaba a la gente a casarse y tener hijos, porque era lo que la gente debía hacer (aunque fuera más feliz haciendo otra cosa), el neo-puritanismo progre consiste en la auto-imposición de la promiscuidad, o del relajamiento de los vínculos afectivos, aunque a la persona en cuestión le apetezca tenerlos. La causa, en uno y otro, es la misma: que el carácter social de la especie humana provoca, en determinadas personas con un carácter psicológico débil, la necesidad de renunciar a su propia definición del yo, y someterse a los patrones sociales buscando aceptación. Para el puritanismo clásico, el pecado consistía en parecer libertino. Para el neo-puritanismo posmoderno, el pecado consiste en parecer mojigato. De modo que hay que desarrollar estrategias simbólicas, desde el comportamiento hasta la vestimenta, para parecer lo que se debe parecer. Si las películas nos han acostumbrado a la imagen de la puritana de los años 50, que bajo su apariencia homologadamente decente, probablemente soñaba con un hombre imposible que la rescatase de su tedio monogámico y católico, la neo-puritana posmoderna, entre polvo anónimo y polvo anónimo, anhela el vínculo afectivo y la fidelidad, y hace lo mismo que la puritana de antaño: auto-engañarse y negar sus deseos porque no están bien.

Es decir, que como esta progresía hedonista y sin compromisos personales es la doctrina ideológicamente dominante en España, el sometimiento a la moral pública se hace presumiendo de lo mucho que follo, lo mucho que me tajo, cuánto desfaso, y desde luego auto-negando la emocionalidad natural del ser humano y la relación de esta emocionalidad con la sexualidad, porque al pobre infeliz que se deja engañar por la ideología dominante le han contado que todo esto es «tradicionalismo» y «moral carca». Después le pasa como le pasó a los hippies de las comunas de los años sesenta (no hay nada nuevo bajo el sol), que se iban todos juntos a vivir en la promiscuidad y el amor libre, y las comunas se auto-disolvían en un promedio de seis meses, acabando todos sus miembros invariablemente a hostiazo limpio (haz el amor y no la guerra, hermano). Hostiazos que, cuarenta años después, los hippi-progres comenzaron a barruntar que tal vez hipotéticamente podrían tener algo que ver con su sometimiento sexual y emocional al neo-puritanismo del destape forzado. Por lo general, media docena de divorcios y relaciones frustradas suelen ayudar a llegar, en la solitaria madurez, a tal conclusión.

PS: no estoy diciendo nada nuevo. Lo vio Aldous Huxley, escritor de anti-utopías —estas sí— visionarias.

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13 respuestas a El neo-puritanismo progre o los moralistas del destape

  1. santaliberdade dijo:

    Bueno, esto es lo que se ve en las series juveniles de TV. Aquel joven que cree en valores como la responsabilidad o la fidelidad acaba siendo caricaturizado por sus coetáneos como «freak». Curioso, porque éste suele ser el personaje más cabal y sano psicologicamente de todos.

  2. Rati dijo:

    Menudo pedante, usted se ahoga entre tantas palabras rebuscadas y consigue aburrir de una forma que pocas veces he visto, que tontería esa tendencia de los «eruditos» de tres al cuarto que creen que escribiendo y expresándose con palabras tan poco utilizadas por la gente de a pie podrán sentirse saciados sus aires de grandeza. Me sería imposible expresarme de esta forma y no porque sea complicado o mi vocabulario no de la talla (Que también es muy posible), simplemente no lo haría por un sencillo motivo; la escritura es una forma de expresar los sentimientos y de la forma tan tan espesa , rebuscada y falsa que usted lo hace se pierde todo ápice de sentimiento y lo único que consigue (y con creces) es la necesidad irrefrenable de que quien le lee caiga en los brazos de Morfeo. Si es ese su propósito mis más sinceras felicitaciones. Reciba un cordial saludo.

  3. Perhi dijo:

    Me alegro de que Vuesa Merced encuentre utilidad de somnífero en mis escritos.

  4. Rati dijo:

    Mi salud también le agradace a Vuesa Merced tales escritos, pues me cuesta mucho conciliar el sueño y siempre es de agradecer que alguien se tome la molestia de perder su valioso tiempo de una forma tan altruista y desinteresada en proporcionar nárcoticos a gente tan desdichada e insulsa como yo, y además en varios idiomas. Díos, sin duda sabrá recompensar sus bondados actos.

  5. Perhi dijo:

    Eso esperamos, querido amigo. Me congratulo de su buen sueño, y sin más, no sin dejarle de recomendar que cuide de la acentuación y esmero de su ortografía, única cualidad necesitada de socorro para completa pulidez de su —por lo demás— notable estilo, Dios guarde a Su Señoría por muchos años.

  6. Rati dijo:

    Mil gracias por sus amables consejos, intentaré pulir mi ortografía y dado que mi edad no supera las tres decadas creo que dispondré del tiempo suficiente (si Dios quiere) de corregir tales errores. Y permítame felicitarle con toda sinceridad por su riquísimo vocabulario,puede que no me guste la forma como lo utiliza pero eso no quiere decir que no sepa apreciar el talento que sin duda usted atesora, verdaderamente es encomiable su manejo de la palabra. Y repito que lo digo con toda sinceridad.

    • Perhi dijo:

      Sin duda no necesitas pulir ninguna ortografía; los gazapos sólo han sido por la escritura rápida. Creo que la crítica a la pedantería que me haces ha estado más bien motivada por un rechazo a los contenidos; estos últimos son los que me interesan — el estilo me parece accesorio con tal de que sea legible.

  7. Rati dijo:

    Si, puede que tenga razón, en parte. No comparto muchas de sus opiniones y puede que ese detalle que usted tan acertadamente apunta haya influido en mi primera crítica. En mi defensa diré que sólo había leido este post en el que estamos comentando y me dejé llevar por un impulso que por lo visto no era el más adecuado ni mucho menos, luego seguí leyendo sus otros artículos y me di cuenta de que me había precipitado y le había juzgado a la ligera.Suele pasarme, a veces caigo en ese tipo de prejuicios tan típicos de ésta, nuestra sociedad. Pero soy consciente de mis errores y no me tiembla la mano ni me falta la voz a la hora de reconocer que evidentemente me he equivocado. Si hubiera seguido leyendo seguramente mi comentario no hubiese sido tan desafortunado, le pido disculpas por llamarle pedante.Espero que esta confusión (mía) no le lleve a usted a cometer el mismo error (estoy seguro de que tal cosa no sucederá pues por sus palabras intuyo que vos es mucho más cabal que yo). Saludos.

  8. Perhi dijo:

    Gracias por el comentario. Antes de más, creo que nos podríamos tutear, probablemente no tenemos una edad muy diferente.
    Lo de la pedantería no es la primera vez que me lo dicen, aunque también hay gente a la que gusta mi modo de escribir, así que supongo que es cuestión de gustos. Para los que no les guste, puedo decirles que no busco exhibicionismo (al menos conscientemente), por si sirve de descargo.
    El contenido de estas y otras opiniones sé que, por su fondo y por su forma, puede ofender a un cierto número de personas. No pretendo evitarlo, pero tampoco lo busco (esto que está de moda actualmente, el ir de «provocador» —la mayoría de las veces sin tener nada por qué provocar— me parece detestable). Simplemente, los que escribimos en este blog (somos tres) hemos llegado a la conclusión, creo, de que la gente que opina como nosotros tiene el hábito de auto-reprimirse en los modos de expresión, a causa de la presión ambiental, y nos parece contra-producente por varios motivos. Supongo que en algún post que escriba más adelante trataré de esto; no me quiero enrollar ahora.
    Por lo demás, encantado de tener esta conversación, aunque no nos conozcamos. 🙂

  9. Rati dijo:

    Bueno, te tutearé. Te hablaba de usted no por la edad, que como bien dices, seguramente tenemos una edad similar ( tengo 30 ),hablo así por costumbre. Tal costumbre seguramente sea debida a mi educación ( un Colegio católico bastante retrogrado pero «eficaz» ) y simplemente lo hago por que creo que es una forma de mostrar respeto que desgraciadamente se está perdiendo.
    En cuanto a lo que me comentas de que vuestras opiniones pueden ofender a muchas personas no estoy de acuerdo, he estado leyendo los posts de este Blog y creo que son de lo más respetuoso, otra cosa muy diferente es que la gente comparta vuestras opiniones o no, eso ya es otro cantar. Pero como te digo; de ofensivo este Blog no tiene nada de nada. Y me parece muy acertada la idea de dar voz a todos aquellos que se sienten reprimidos o presionados, de esta forma tal vez consigáis que no se sientan tan solos en este mundo de víboras. Saludos perhi, estaré atento a nuevas publicaciones.

  10. marien dijo:

    Sepa usted que me gusta leerle, que comparto muchas de sus opiniones, y que incluso le linkeo en mi peich del face.

    • Perhi dijo:

      Pues muchas gracias. Me gustaría escribir más, pero como ya me paso mucho tiempo escribiendo por obligación, cuando llega la hora de la vocación estoy siempre exhausto. Pero cualquier día comento alguna cosa nueva.

      Gracias por el comentario y un abrazo,

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